27 agosto 2012

Devuelta en su pueblo, perdida en recuerdos.
Caminando entre pasajes su cara se encontró con una de sus mejores amigas.
Asustada entre sonrisas y intentó ella abrazarla ella.
La abrazó, digamos, pero no con éxito.
Su brazos no se movieron, su ser la esquivó.
Cómo estás y todo lo demás, se dijeron.
Hasta que llegó el punto en que el cinismo cedió :

- Yo no me acosté con él. Sólo fuimos buenos amigos.

La miré. La volví a mirar. Sus ojos ya no eran sus ojos. Ya me daba asco.

- No importa - Exclamé
- De verdad no me acosté con él.

No pude controlarme, la bofetié
de silencio. Me subí al bus.





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