Es más fácil decir "no como carne, porque no me gusta su sabor".
Más que flojera, es ahorro de palabras.
Para no escuchar el cuestionario extirpador de tantos apetitos:
1. "Por qué no comes carne?"
2. "Es por los animales?"
3. "Te crees vegetariana?"
entre otras tantas tonteras.
R: Porque no me gusta, no me gusta como sabe la muerte.
Recuerdo, cada vez que comía carne,
mi estómago
ese ser viviente dentro, no lo soportaba,
no lo aguantaba
y me hacía retorcer de dolor.
Ahora bien, pueden decirme que las plantas también son seres vivientes
y contribuyo a su matanza.
Equivocado, las plantas son en su gran proporcion: Agua.
Mi estómago se contenta, se siente liviano, libre y me lo transmite.
Y yo me siento villana asesinando vegetales.
24 diciembre 2012
19 diciembre 2012
Vivir un sueño y no dormirse en el intento.
Cumplir un sueño y no olvidarse de aquello, es un gran desafio.
Entre más vives tu sueño, más te adoptas y acostumbras,
Se vuelve normal y rutino, lo que tanto trabajo te costó alcanzar.
Lo normal es poco emocionante y es eso hace más díficil seguir con la tarea que dejaste.
Cumplir un sueño y no olvidarse de aquello, es un gran desafio.
Entre más vives tu sueño, más te adoptas y acostumbras,
Se vuelve normal y rutino, lo que tanto trabajo te costó alcanzar.
Lo normal es poco emocionante y es eso hace más díficil seguir con la tarea que dejaste.
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