08 agosto 2012

Arroz con Leche

Había una vez medio litro de leche y un cuarto de arroz que estaban hartos de su vida.
Querían reencarnar en algo viviente no comestible, así que juntos decidieron dar fin a sus exquisitas vidas.
En un recipiente de acero, se sumergieron expectantes, a ver como la temperatura subía a cada instante. Mientras la mano mediocre de una principiante de cocina, revolvia y revolvia;
se revolvian, revolvian los últimos recuerdos de aquellos.
Ya no quedaba aire para la pobre leche y el arroz ya iba perdiendo el caldero.
Este se empezó a desintegrar y la leche no paraba de llorar.
Vapor echaba hacia arriba, ya desaparecia por lo techos de ese hogar.
Burbujas de dolor exclamaban esos dos.
La últma ronda de la cuchara de palo, hasta que la llama se apago y el calor cesó.
Estaba todo hecho y deshecho; listo y preparado para un nuevo comienzo, para un nuevo almuerzo.



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